9/21/2011

La Saga continúa........




5/10/2011

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11/08/2009

Agrupación Piñera Rock Band


Finalmente, tras el aperitivo de lo que fue el juego "Beatles Rock Band", la empresa Harmonix Music Systems lanza su producción definitiva: "Agrupación Piñera Rock Band" donde se podrá recrear la historia de esta mítica banda, desde sus inicios en los estudios de la Villa Santa Carolina hasta su fin en la Villa Santa Carolina, pasando por su época de oro en la Villa Santa Carolina, sin olvidar el mítico recital en el techo de la Echave (ver "Efemérides Polares" anteriores).
El desafío de este juego es recrear el estilo del vocalista Chago Von Rock, los solos de batería de Quintana, la guitarra de Orellana pero por sobre todo el instrumento africano de Cuadra, para lo cual el juego incluye un sonómetro.
Disponible en local 5325 del persa Bio Bio.

No lo olvide: "¡Papito, cómprame mi PS2 con Piñera Rock Band!"

7/22/2009

Un anhelo largamente esperado

Finalmente se ha cumplido lo que los integrantes de la LOP (y nadie más) esperaban; la oficialización de esta agrupación como entidad estatal exenta de fiscalización con gastos reservados y leyes de amarre.
Los recientes desalojos de casas habitadas por Okupas obedece a los deseos de JDH de contar finalmente con una sede a su gusto, cosa de la que hablaron mucho (como de muchos otros temas, sin lograr mayores resultados), Kanatrán un sitio donde poder jugar Play en paz, Orellana mmmm no sabemos para qué, pero la quiere y Quintana la necesita para ocultarse en caso de ser descubierto.

Como adelanto va el logo que lucirán orgullosos los documentos oficiales de la LOP.

7/02/2009

EL CONGUESO (PAGA LEEG HAGA CLICK HEIL SOBRGE MONO)


CARABINERAS ESTRENAN NUEVO LOOK EN EL CONGRESO


Muy Aplaudido por su buen gusto ha resultado el plan de mejoramiento del uniforme que usa el personal femenino apostado en el Congreso Nacional. Esta iniciativa materializa nuevos aires de aquí al Bicentenario y está dirigida especialmente por el Alto Mando de Carabineros.


Motivados en desarrollar una labor permanente de comunicación y acercamiento entre la institución y la comunidad, buscando reforzar la difusión de materias culturales y profesionales, útiles y amenas, Carabineros presentó en sociedad la nueva imagen que a partir de esta semana exhibirán sus funcionarias apostadas en el Congreso Nacional.


Los cambios implementados en las funcionarias apuntan a perfeccionar básicamente el uso de tres elementos de su ropa de trabajo: gorra y calzado. En el caso de la gorra, la idea es que las efectivas, puedan emplear una tipo "camboya" de tela, para poder, por ejemplo, sacársela y guardarla rápidamente en el bolsillo si les toca realizar una atención especial por los pasillos y escaleras. “Con la actual gorra eso es impracticable, y las carabineras debimos muchas veces atender sosteniéndolas en las manos”, sostuvo la cabo Yankarla Monroe.


Las mejoras del calzado son notables. Se han erradicado en las funcionarias de la corporación totalmente las plantas de suela y han sido reemplazadas por zapatos con taco aguja transparente, que permiten asegurar desplazamientos felinos.


Según fuentes, (Luis y Raúl Fuentes del GOPE) estas mejoras al uniforme quedarán culminadas cuando se incorporen las correas blancas que usaban los funcionarios operativos. “El Alto Mando hará todo lo que esté a su disposición para que estas carabineras vuelvan a usar con nosotros correas de cuero”, declaró demasiado entusiasmado el Mayor Dick Hotman Astudillo.


Otras fuentes (Alejandra y Mariana Fuentes Prefectura de Tránsito) indicaron que estos perfeccionamientos de las prendas operativas están siendo analizados directamente por el general director. “Con estas nuevas pintas podremos atender mejor a ese amigo en su camino”, sostuvieron marcialmente coquetas las funcionarias.

DON MEMORARIO DISPARA: “Florencio Aldunate es un puerco arrogante”.


Así como Dean Martin no soportaba la neurosis de Jerry Lewis, El Perla Chico la indecisión del Perla Grande y Hitler los delirios de Speer, Juan Huerta de Carneiro, más conocido como “Don Memorario”, tras años de silencio se desahoga respecto a su eterno compañero de Viñeta, Florencio Aldunate y desea desprenderse de su triste fama de viejo fascista.
“Florencio, me fue impuesto y francamente esa rémora de milico era un puerco arrogante. Nunca fuimos amigos”, dispara de entrada el ex referente del humor gráfico nacional y que hoy vive en una casa okupa, mientras autocultiva su vicio.
Huerta de Carneiro, habría sido obligado por la necesidad a interpretar un personaje fascista por años en las páginas de El Mercurio. “Lo que me pareció una pega piola, luego se volvió en un suplicio”, afirma mientras ceba su bong. “En el 77 no podías elegir, me ofrecieron ese papel y me obligaron a compartir la viñeta con ese viejo fascista de verdad que era Florencio y que hasta hizo el barco pirata con una bandera de la UP en una fiesta en La Esmeralda”, prosigue el actor.
Iniciado en el teatro experimental de los 50, Memorario fue compañero de curso de Victor Jara, integrante del Teatro Aleph y el primero en bajar chistes cochinos de la “Internet de Allende”, implementada por el Guatón Flores. “Florencio me hinchaba las pelotas cada día con que las AFP eran lo máximo, que el dólar no bajaría de $39, que los desaparecidos vivían en Suecia, que el Conejito TV era un bolchevique infiltrado, que le comía la color al Mamo y que el bi ministro lo llamaba para recibir su consejo en las peleas de gallos”, descarga malhumorado el artista ya recordando los años 80.

“Memorario”, dice que Lukas nunca atendió sus reticencias, porque éste vivía todo el día pensando en un puerto que no existía. “Este puerto es miserable y Renzo andaba dibujando las oficinas decoradas por los artesanos de la Belle Epoque, los mármoles del Banco de Londres, las bóvedas barrocas de El Mercurio, hasta los cuadros holandeses de la Sudamericana de Vapores”, revela.

“Ahora, me pasa lo mismo que a Bigote Arrocet. Todos juran que soy facho”, reclama el actor porteño. “El año 90 salí a buscar pega y me salieron con que yo representaba a la dictadura. ¡Me ofrecieron ser la franja amarrilla en la carta de ajuste de TVN!, un insulto a mi talento. En cambio, al facho botonero del Aldunate lo tienen aún en un puestazo en el Consejo de la Cultura”, reclama.
Memorario, afirma que las peores barbaridades dichas en sus viñetas fueron obra de Florencio. “Él le pagaba a unas viejas de Cemma Chile para que le escribieran parlamentos. Hasta, salió desde dentro de una torta en un cumpleaños de la Lucia”, revela.Para el actor, los gobiernos de la Concertación han sido sólo la administración de un Red Set que corrió feliz a hacerse socio de Paz Ciudadana. “Yo me sigo vistiendo como en mis tiempos y me tildan de viejo cachoparaguas facho por las calles, pero éstos Concertas son unos travestis políticos, al menos”.

Don Memorario, fue sondeado sin éxito para el elenco de la película “El Regalo” y aún espera una oferta de Alfredo La Madrid para personificar a Patricio Aylwin en la biografía cinematográfica del ex Presidente titulada “En la medida de lo posible”.

5/18/2009

Bolso hasta la muerte

Por eso reserva un sonido y una pasión que todavía no acomodó en ningún texto para una palabra que le bordea el corazón desde la infancia: la palabra Nacional. Nacional es su club y no sólo eso. Además funcionó como el lazo inicial y potente que lo ligó al fútbol para siempre.Nacional, dice Benedetti con el aire corto que distingue su respiración de asmático y también con el eco dulce que no se escucha pero se lee en todos sus libros. De niño era hincha de Nacional y lo sigo siendo. Es que los jugadores cambian de cuadro, pero los hinchas no. Y resume su historia de tribuna, que se parece a un montón de historias: Cuando era chico, íbamos al estadio con unos amigos casi todos los fines de semana. Y seguí yendo mucho tiempo.He visto jugar no sólo a Pelé o a Maradona, apunta Benedetti, quien guarda su lista de próceres propios en el fútbol, todos uruguayos: Vi a Schiaffino, a Petrone, a Scarone, a Ghiggia, a Wálter Gómez. Habla de fútbol a la manera de cualquier hincha que anduvo las canchas como un hábito y coleccionó imágenes como tesoros. La literatura no aparece hasta que hace un amago -no más que eso- cuando la evocación conduce a Atilio García, un delantero argentino que fabricaba goles y más goles en la delantera de Nacional y cuya memoria podría merecer un cuento: Fue como un mito en Uruguay. Mire que le pegaron patadas. Y los que se lastimaban eran los que lo pateaban, era muy fuerte. Pero jugó en una época en la que los futbolistas ganaban poquísimo. Me acuerdo que Atilio García no había podido ganar dinero ni para comprarse una vivienda. Si hasta se hizo una colecta entre los hinchas de Nacional para que tuviera una casita.Benedetti no había cumplido ocho años cuando Uruguay obtuvo en 1930 y en Montevideo su primer título del mundo. Pero su recuerdo deportivo más feliz es veinte años más joven y corresponde al Mundial de 1950. El gran momento fue cuando ganamos ese campeonato en el Maracaná. Fue tremendo porque Brasil era campeón sólo con empatar, había goleado a todo el mundo. Uruguay, en cambio, llegó a la final muy costosamente. Por eso, la victoria fue una enorme sorpresa. No había televisión, así que escuché el partido, aquel 2 a 1 increíble, por radio. Después, resultó inolvidable la recepción a los jugadores en la rambla de Montevideo. Fue todo el mundo. Por supuesto, yo también estuve ahí.Igual, la reivindicación mayor queda para Obdulio Varela, el capitán de aquella selección uruguaya: Mientras todo el equipo festejaba, él se fue a ver a los brasileños. Murió pobre. Qué personalidad, qué honestidad. Obdulio fue un tipo que se ganó el prestigio no sólo en la cancha, alguien que nunca entró en componendas, coherente y fiel a sí mismo.Lejos de la ingenuidad, Benedetti también mira de frente a los rostros oscuros que con frecuencia son la cara del fútbol. Le molesta la violencia digitada, financiada y provocada por los dirigentes. Por eso va poco a la cancha y sigue los vaivenes de la pelota por televisión. No es su único enojo: El fútbol pasó a ser un fenómeno económico que manejan grandes empresarios y señores como Joao Havelange, más bien nefastos. El es como el capo de una mafia del fútbol. Alguna vez escribió un artículo titulado El fútbol como anestesia: Muchas veces, el fútbol fue mostrado por las dictaduras como un escaparate, como pasó con Franco y el Real Madrid, en la Argentina del 78 o en el Mundialito de 1981 en mi país.También añora otro juego: Prefería aquel esquema 2-3-5, que hacía que hubiera más espectáculo. Luego vinieron teorías más mezquinas. Sobre el punto, toma posición: Me gusta el fútbol como juego. Estoy cerca de lo que piensan Valdano, Tabárez o Cappa. Son gente que quiere ganar, pero no quiere sacrificar el juego en haras de ganar o perder.Por afuera de hazañas, protagonistas y zonas oscuras, Benedetti evalúa como mínima su biografía futbolística. Fui golero, pero muy malo, admite, y reconoce su acto culminante en el deporte en una carrera de atletismo de 800 metros, que gané cuando era joven. El basquetbol y el pimpón completan su historia en las pistas y en las canchas.El resto, lo que no es deporte, lo conoce el mundo. Cada uno de sus textos conmueve como una gambeta brillante o como un gol genial. Así que no importa mucho que no haya sido un buen arquero. Ya se sabe que en la cancha de la vida, Mario Benedetti, ese escritor encantado por el fútbol, juega, juega y juega.

Que no se enfrié el carbón allá arriba

Pequeño homenaje de la Logia de los Osos Polares.
CAMBALACHE por Mario Benedetti

Aquel equipo de futbol, rioplatense (no daré más detalles ya que lo que importa es la anécdota y no el nombre de los actores), llegó a Europa sólo 24 horas antes de su primer partido con una de las más prestigiosas formaciones del Viejo Continente (tampoco aquí daré más detalles). Apenas tuvieron tiempo para una breve sesión de entrenamiento, en una cancha más o menos marginal, cuyo césped era un desastre.

Cuando por fin entraron al verdadero campo de juego (el field, como dicen algunos puristas) quedaron estupefactos ante las descomunales dimensiones del estadio, las trubunas repletas y vociferantes y también ante la atmósfera helada de un enero implacable.

Como es habitual, se alinearon los dos equipos para escuchar y cantar los himnos. Primero fue, lógicamente, el del local, que fue coreado por público y jugadores, seguido por una cerrada ovación.

Luego vino el de los nuestros. La grabación era espantosa, con una desafinación realmente olímpica. No todos los jugadores conocían la letra en su totalidad, pero al menos coreaban la estrofa más conocida. Sólo uno de los deportistas, casualmente un delantero, aunque si se acordaba del himno, decidió cantar en su reemplazo el tango cambalache: "Que el mundo fue y será una porquería, /ya lo sé, /en el quinientos seis/y en el dos mil también". Sólo en el palco oficial, unos pocos aplaudieron por compromiso.

Cuando concluyó esa parte de la ceremonia, y antes del puntapié inicial, que estuvo a cargo de un arrugado actor del cine mudo, los jugadores rioplatenses rodearon al delantero díscolo y le reprocharon duramente que cantara un tango en lugar del himno. Entre otros amables epítetos, le dijeron: traidor, apátrida, saboteador y cretino. El incidente tuvo inesperadas repercusiones en el partido. Por lo pronto, los otros jugadores evitaban pasarle la pelota al saboteador, de modo que éste, para hacerse con ella, debía retroceder casi hasta las líneas defensivas, y luego avanzar y avanzar, eludiendo a los fornidos adversarios y pasándola luego (porque no era egoísta) al que estaba mejor colocado para tirar al arco.

Los europeos jugaron mejor, pero faltaban pocos minutos para el final y ninguno de los equipos había logrado perforar la valla contraria.

Así, hasta el minuto 43 del segundo tiempo. Fue entonces que el apátrida recogió la pelota de un falso rebote y comenzó su desafiante carrera hacia el arco adversario. Penetró en el área penal, y en vista de que hasta ahora sus compañeros habían desaprovechado las buenas ocasiones que él les brindara, dribleó con tres geniales vaivenes a dos defensas, y cuando el guardameta salió despavorido a cubrir su valla, el cretino amagó que patearía con la derecha pero lo hizo con la izquierda, descolocando totalmente al pobre hombre e introduciendo el balón en un inalcanzable ángulo de la escuadra. Fue el gol del triunfo.
El segundo partido tuvo lugar en otra ciudad (no entro en detalles), en un estadio igualmente impresionante y con sus tribunas de bote en bote. Allí también llegó el momento de los himnos. Primero el local y luego el de la visita. Aunque la banda sonora, iba por otro rumbo, los 18 jugadores, perfectamente alineados y con la mano derecha sobre el corazón, entonaron el tango Cambalache, cuya letra si era sabida por todos.
Aunque se ganó también ese partido (no recuerdo exactamente el resultado), los indignados dirigentes resolvieron suspender la gira europea y sancionar económicamente a todos los jugadores, sin excepción, acusándoles de traidores, apátridas, saboteadores y cretinos.

Mario Benedetti, escritor uruguayo.

5/06/2009

USTEDES ME DEBEN ESPANTO

Continuando con el curso de inmersion polar,añadimos este material audiovisual el cual es fiel reflejo de las personalidades de los miembros de la sacrosanta LOP.