Dos jugadores, Garrido (Esperanza) y Schevers (Sportiva Italiana) se trenzaron a golpes. En la impotencia por la paliza que estaba sufriendo el de Esperanza (lanzado a choro si haber en su vida visto una proteína), un camarada suyo de la banca intervino, como caballero, en la contienda y dio formidable patadón en el hocico al de Sportiva. Destacamos el siguiente segmento:
"El Alemán lo embistió con sus más de cien kilos y dos metros de altura. Garrido tocado en su orgullo, respondió con un golpe, lo que desató la inmediata furia del Alemán. “Ahí quizás por los nervios, Garrido, que no pesa más de 70 kilos y no podía zafarse de Schevers, uno de nuestros jugadores actuó mal”, explica Mauricio Solis entrenador del Esperanza".
El vengador de la banca, ya se ha acogido al programa de protección a testigos del FBI.
National Tattler
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